Como explica Ángel Almazán en su libro El Burgo de Osma y su catedral, "fue el obispo Acosta un gran mecenas del Renacimiento burgense en sus 24 años de episcopado oxomense, tanto en la catedral como extramuros, edificando junto a la ermita de San Lucas el Colegio-Universidad de Santa Catalina, cuya efigie en escultura pétrea se encuentra encima de su portada plateresca y debajo del escudo de Felipe II, quien le dio su patronazgo real en 1560. En el interior hay un patio renacentista austero con piso superior y gárgolas al que se accede por una ancha escalinata. Sus dimensiones son 53,6 m. de ancho, 53,1 de fondo y 15,5 m. de altura. Las obras se iniciaron en 1541 con piedras de la cantera de Osma y maderas del Val de Castilla (Osma) y concluyeron en 1549. Su historia fue azarosa: en 1770 se cerró para abrir sus aulas en 1778; nuevo cierre en 1807 con la invasión napoleónica y restablecimiento de la misma en 1814 hasta su supresión definitiva universitaria en 1840".
Posteriormente el edificio ha servido para diversas funciones, la penúltima como Instituto de Enseñanzas Medias, y actualmente, rehabilitado, como magnífico Balneario.
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