Es bien larga y porticada, esto es, con soportales, y va desde la travesía hasta la Catedral, lindando con ella el antiguo Hospital de San Agustín (hoy Casa de la Cultura) y la Plaza Mayor.
Pasear por ella es uno de los mayores placeres del turista y de los burgenses. El tipismo de muchas de sus casas es otro de sus encantos, así como el Palacio Episcopal, muy cerquita de la Catedral.
A medio centenar de metros, calle abajo, de este kiosko de la Once que se ve a la derecha, está nuestro establecimiento Angelines, a vuestro servicio.
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